El clima laboral depende directamente de las emociones y la actitud de todos y cada uno de los empleados de una organización; la buena actitud, la sinergia en las labores y el trabajo en equipo, son fundamentales para mantener una sana convivencia en la empresa, sin embargo, como seres humanos no siempre estamos en la mejor disposición para el día laboral y terminamos contagiando a las personas con las que trabajamos.