¿Sabes por qué conducimos por la derecha o por la izquierda?
Las diferentes formas en que están organizadas las calles, ayudan a que el tráfico sea más fluido y que se eviten los choques, pero esto no es algo que se inventó de la noche a la mañana; la historia de la humanidad y los comportamientos de ésta fueron los que dieron forma a la organización del sistema de transporte, ya sea por la derecha o por la izquierda.
Según los relatos de los historiadores, la mayoría de los guerreros y viajeros de Roma, Grecia y Egipto, eran diestros, lo que hacía que en sus recorridos necesitaran espacio a la derecha para desenfundar la espada o poder hacer uso de un arma de una manera más sencilla para protegerse en los recorridos.
Al tener la mayoría de ciudadanos diestros, se tomó la decisión de que los caminos avanzaran por el lado izquierdo, dejando el espacio suficiente al lado derecho para poder defenderse de los ladrones u otros encuentros en los caminos.
Esta costumbre se mantuvo en toda la edad media en Europa, ya que los viajeros sostenían las riendas con la mano izquierda y la mano derecha siempre quedaba libre para estar preparado para la defensa. Con el tiempo las cosas fueron tomando otro rumbo, y con la colonización norteamericana, se conocieron las Conestegas, que eran carretas para cargar maíz y que además hacían recorridos que conllevaban largos periodos de tiempo.
La Conestega era una carreta que medía casi seis metros de longitud, estaba completamente reforzada, podía soportar pesos superiores a las cinco (5) toneladas y era movida por al menos 8 mulas y su jinete.
Una de las grandes condiciones de esta carreta es que no contaba con una silla para manejarse; sino por el contrario, el jinete tenía que montarse en la primera mula del lado izquierdo para así poder tener un completo control de la carretilla, poder divisar las vías, y además hacer uso del látigo para hacer cabalgar a los otros animales. Con esta carreta cambiaron el sentido de las calles, puesto que era tan grande que a veces ocasionaba accidentes al encontrarse con otro tipo de carretas, así que la circulación se comenzó a dar por el lado derecho para que no se encontrara con tantos vehículos en sus giros.
Por otro lado, la llegada de Napoleón Bonaparte hizo que se instaurara la marcha por el lado derecho en algunas partes de Europa, puesto que así podía agarrar las riendas del caballo con la izquierda sin ningún inconveniente, y mantener la fuerza de la lucha con la derecha, adicional, Napoleón solo instauró esta norma de circulación por la derecha en los territorios conquistados, imponiendo como medida simbólica lo que hasta entonces era propio de las clases inferiores: moverse al lado derecho para evitar ser arrollados al venir por la izquierda los carruajes y señores a caballo.
Con el tiempo llegaron los vehículos a motor, y aunque esto nos cambió completamente la forma en que nos movemos, desde sus inicios se dio cierto caos de circulación en las vías y varios accidentes de tráfico, puesto que sus fabricantes no se pusieron de acuerdo sobre el impacto de la ubicación del volante, razón por la cual lo situaban tanto a la izquierda, centro y derecha lo que hizo que se diera una gran accidentalidad en las calles.
Cuando comenzó la era automotriz de Henry Ford, este, decidió poner el volante al lado izquierdo en su modelo, por volatilidad en la conducción, ya que la mayoría de las personas eran diestras y podrían mover la palanca de cambios con la manos más ágil y con mayor facilidad y adicional podrían tener un mayor control en la conducción.
Por último, La Convención de Ginebra sobre Circulación Vial de 1949, ratificada por 95 países, obligaba a elegir un sentido de la circulación: “Todos los vehículos que circulen en la misma dirección deberán mantenerse al mismo lado de la carretera; la dirección de la circulación en cada país deberá ser uniforme en todas sus carreteras. Lo anteriormente dispuesto, no impide la aplicación de los reglamentos nacionales relativos a la circulación en dirección única”.