24mayo

La transición energética vehicular en Colombia: Un reto impostergable

En los últimos años, el tema de la movilidad sostenible ha cobrado una relevancia sin precedentes en Colombia y en el mundo, ante el inminente agotamiento de los combustibles fósiles y el impacto ambiental que su uso conlleva, la transición hacia vehículos eléctricos se ha convertido en una prioridad.

Según los datos más recientes del Ministerio de Transporte, en el primer trimestre de 2024, se matricularon 8.712 vehículos eléctricos en Colombia, lo que representa un aumento del 25% en comparación con el mismo período del año anterior; estas cifras reflejan la creciente demanda de opciones de movilidad más limpias y sostenibles por parte de los colombianos, sin embargo, esta cifra sigue siendo baja en comparación con otros países de la región, donde la penetración de vehículos eléctricos es más alta, en Chile por ejemplo, se matricularon más de 20.000 vehículos eléctricos en el mismo período, mientras que en México, la cifra ascendió a 15.500 unidades.

 

Normatividad y Apoyo Gubernamental

El Gobierno Nacional, consciente de la importancia de esta transición, ha implementado una serie de medidas normativas y de incentivos para promover la adquisición de vehículos eléctricos. En el marco de la Ley 2119 de 2021, se establecieron beneficios tributarios y arancelarios para la importación y comercialización de estos vehículos, así como la exención del pago del impuesto de vehículos automotores durante los primeros cinco años, esta ley también contempla incentivos para la instalación de infraestructura de carga eléctrica en edificaciones residenciales y comerciales, lo que facilita la adopción de vehículos eléctricos por parte de los propietarios.

Además, el Decreto 1115 de 2023 estableció lineamientos para la instalación de infraestructura de carga eléctrica en edificaciones nuevas y existentes, lo que facilita la adopción de vehículos eléctricos en todo el territorio nacional; este decreto exige que todas las nuevas construcciones con más de 20 unidades de vivienda o locales comerciales cuenten con al menos un punto de carga eléctrica por cada 10 unidades, asimismo, establece un plazo de cinco años para que las edificaciones existentes se adapten a estas nuevas regulaciones.

 

Beneficios Ambientales y Económicos

La transición hacia vehículos eléctricos no solo representa un avance significativo en la lucha contra el cambio climático, al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ofrece beneficios económicos a largo plazo. Según estimaciones del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la adopción masiva de vehículos eléctricos podría generar ahorros de hasta $2.5 billones de pesos anuales en costos asociados a la importación de combustibles fósiles, lo que representa un ahorro significativo para la economía nacional.

Además, los vehículos eléctricos son más eficientes energéticamente y tienen un costo de operación más bajo en comparación con los vehículos convencionales, según cálculos de la Asociación Colombiana de Vehículos Eléctricos (ANDEMOS), el costo de recorrer 100 kilómetros en un vehículo eléctrico es aproximadamente un 70% más bajo que en un vehículo a gasolina o diésel, esta eficiencia se traduce en ahorros significativos para los propietarios de vehículos eléctricos a largo plazo.

 

Retos y Desafíos

Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos; uno de los principales obstáculos es la construcción de una infraestructura de carga adecuada y accesible en todo el país, actualmente, Colombia cuenta con alrededor de 1.200 puntos de carga pública, una cifra aún insuficiente para satisfacer la demanda futura; según estimaciones de expertos, se necesitarían al menos 50.000 puntos de carga para atender adecuadamente a una flota de 1 millón de vehículos eléctricos, una meta ambiciosa pero alcanzable en el mediano plazo.

Otro reto importante es la reducción de los costos iniciales de adquisición de vehículos eléctricos, que aún son más elevados que los vehículos convencionales, en promedio, un vehículo eléctrico en Colombia puede costar hasta un 30% más que su contraparte a gasolina o diésel. El Gobierno está trabajando en la implementación de incentivos adicionales, como la exención del IVA para la compra de vehículos eléctricos, y en el fomento de la producción nacional de vehículos eléctricos para hacer esta tecnología más asequible para los colombianos.

Adicionalmente, es necesario fortalecer la infraestructura de generación y distribución de energía eléctrica en el país para satisfacer la creciente demanda que implicará la adopción masiva de vehículos eléctricos; se estima que la incorporación de 1 millón de vehículos eléctricos en Colombia podría generar un incremento del 5% en la demanda de energía eléctrica nacional.

 

La transición energética vehicular en Colombia es un proceso impostergable que representa una oportunidad única para avanzar hacia un modelo de movilidad más sostenible, eficiente y amigable con el medio ambiente. A pesar de los desafíos existentes, el Gobierno y los ciudadanos están tomando medidas concretas para impulsar esta transformación y garantizar un futuro más verde y próspero para el país. Con una adecuada planificación, inversión en infraestructura y una sólida política de incentivos, Colombia puede consolidarse como un líder regional en la adopción de vehículos eléctricos y contribuir de manera significativa a la mitigación del cambio climático.

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