El exceso de velocidad, una causa de siniestralidad vial que puede evitarse
Al igual que el consumo de alcohol mientras se conduce, la velocidad excesiva es una de las principales causas de accidentalidad vial. Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, 8 de cada 10 conductores accidentados ya tenían sanciones por superar los límites de velocidad permitidos. Según la mencionada Agencia, por exceso de velocidad 312 personas perdieron la vida por siniestros viales en los primeros nueve meses de 2020, y este exceso es la infracción más común entre las personas involucradas en siniestros viales.
La velocidad excesiva aumenta la probabilidad de fallecer o resultar herido en un siniestro vial, esto es explicado por la física, donde un vehículo en movimiento acumula una energía denominada cinética. Esta energía aumenta en función del peso y de la velocidad del vehículo, y además se acumula. Los daños físicos y materiales que sufras en caso de accidente, están muy relacionados con la cantidad de energía que hayas acumulado. Por ejemplo, si colisionas contra un objeto rígido, el impacto puede compararse a saltar con tu vehículo desde un determinado edificio.
Por ejemplo:
- Una colisión a 50 km/h equivale a caer desde un tercer piso
- Una colisión a 120 km/h equivale a caer desde el piso 14
- Una colisión a 180 km/h equivale a caer desde el piso 36
Las leyes y demás normas que limitan la velocidad, son un instrumento importante y justificado para reducir las tasas de accidentalidad. Se ha calculado que reducir tan sólo 1 km/h la velocidad media de circulación, podría disminuir un 3% la siniestralidad.
En Colombia hallamos la velocidad regulada de la siguiente manera:
- En el artículo 106 se establece la velocidad en vías urbanas y carreteras municipales, donde la aplicación será tanto para vehículos de servicio público o particular, y la velocidad mínima y máxima será determinada por la autoridad competente respectiva. En ningún caso podrá sobrepasar los (80) kilómetros por hora.
- El límite de velocidad para los vehículos de servicio público, de carga y escolar será de (60) kilómetros por hora. La velocidad en zonas escolares y residenciales será de (30) kilómetros por hora.
Conducir a la velocidad adecuada no es solo cuestión de regulación y normatividad, sino de conciencia vial respecto a cuidar la vida propia y de quienes nos rodean, pues al conducir de forma correcta evitaremos accidentes que pueden terminar en pérdidas humanas, ambientales y materiales.
¿Por qué otras razones consideras importante evitar el exceso de velocidad?
Quedamos atentos a sus respuestas.