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Atravesando la tormenta: Conducción de transporte de carga en épocas invernales

Conducir vehículos de transporte de carga terrestre en condiciones adversas, como lluvias intensas e inundaciones, representa uno de los mayores desafíos para los transportadores, las precipitaciones pueden reducir la visibilidad, deteriorar las vías y aumentar significativamente el riesgo de accidentes. En Colombia, un país con una geografía diversa y un clima propenso a temporadas de lluvia intensa, estos riesgos son especialmente críticos, según cifras del Instituto Nacional de Vías (Invías), el 60% de las carreteras en Colombia atraviesan zonas de alta vulnerabilidad a deslizamientos e inundaciones durante temporadas de lluvias.

 

Impacto de las lluvias en el transporte de carga

Las lluvias fuertes generan varios efectos negativos en el transporte de carga terrestre:

  1. Deterioro de las carreteras: Según el DANE, el 52% de la red vial nacional está en condiciones regulares o malas. Con lluvias persistentes, estas vías se convierten en terrenos aún más peligrosos, dificultando la maniobrabilidad de los vehículos.
  2. Mayor riesgo de hidroplaneo: Este fenómeno ocurre cuando las llantas pierden contacto con el asfalto debido a la acumulación de agua, reduciendo el control sobre el vehículo.
  3. Demoras logísticas: Inundaciones y derrumbes provocan cierres de vías, generando retrasos que impactan la cadena de suministro. En 2022, durante la temporada de lluvias, el sector reportó pérdidas cercanas a los $200 mil millones de pesos debido a interrupciones en el transporte.

 

Consejos prácticos para conducir en condiciones adversas

Los conductores de vehículos de carga deben adoptar medidas específicas para mitigar los riesgos que presentan las lluvias fuertes e inundaciones. A continuación, se amplía esta sección con recomendaciones detalladas y prácticas:

  1. Revisión previa del vehículo

Antes de iniciar el viaje, una inspección minuciosa del vehículo puede marcar la diferencia:

  • Llantas: Verifique la presión de las llantas y asegúrese de que el desgaste sea uniforme. Una profundidad mínima de 4 mm en el dibujo de las llantas es fundamental para garantizar la tracción sobre superficies mojadas.
  • Frenos: Compruebe que el sistema de frenos esté en óptimas condiciones, ya que el agua puede reducir su eficacia.
  • Limpiaparabrisas: Asegúrese de que las escobillas limpiaparabrisas no estén desgastadas. Cambiarlas cada seis meses puede prevenir problemas de visibilidad.
  • Luces: Revise que todas las luces (faros, intermitentes y luces traseras) estén funcionando correctamente y utilícelas para aumentar su visibilidad ante otros conductores.
  1. Planificación de la ruta

La preparación anticipada reduce significativamente los riesgos:

  • Consulte aplicaciones de navegación y fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Vías (Invías) o el Ideam para conocer el estado de las carreteras y las condiciones meteorológicas.
  • Evite rutas que presenten riesgos conocidos de deslizamientos o inundaciones.
  • Si la ruta incluye áreas vulnerables, planifique alternativas para garantizar la seguridad y el cumplimiento de los tiempos de entrega.
  1. Conducción preventiva

Adoptar una conducción defensiva es esencial para enfrentar condiciones adversas:

  • Reduzca la velocidad: La adherencia de los neumáticos disminuye en superficies mojadas, y a velocidades altas, el riesgo de hidroplaneo aumenta considerablemente.
  • Mantenga una mayor distancia de seguridad: En condiciones normales, la distancia mínima debe ser de tres segundos; en lluvia, increméntela al doble para reaccionar ante frenados inesperados.
  • Evite frenados bruscos: Utilice los frenos con suavidad para prevenir el bloqueo de las ruedas y la pérdida de control del vehículo.
  • Evite cambios bruscos de dirección: Maniobre con calma para no comprometer la estabilidad del camión, especialmente si transporta cargas pesadas o inestables.
  1. Cómo enfrentar inundaciones

Las inundaciones representan un peligro significativo. Siga estas recomendaciones:

  • Evalúe el nivel del agua: No cruce áreas donde el agua supere el nivel del eje de las llantas, ya que podría dañar el motor o causar que el vehículo quede atrapado.
  • Cruce lentamente: Si debe atravesar un área inundada, hágalo a baja velocidad y en una marcha baja para evitar que el agua ingrese al sistema de escape.
  • Mantenga el motor encendido: Nunca apague el motor al cruzar zonas inundadas, ya que el agua podría entrar en el sistema de escape y causar fallos.
  1. Uso adecuado de las luces

Las condiciones de baja visibilidad requieren el uso estratégico de las luces:

  • Encienda los faros delanteros y las luces traseras para ser visible a otros conductores, incluso durante lluvias moderadas.
  • Evite usar las luces altas, ya que pueden reflejarse en las gotas de lluvia y reducir aún más la visibilidad.
  1. Equipo de emergencia

Estar preparado para situaciones inesperadas puede marcar la diferencia:

  • Incluya en su kit de emergencia: chalecos reflectivos, señales de advertencia, linterna, baterías de repuesto, y un botiquín de primeros auxilios.
  • Lleve una pala plegable y bolsas de arena en caso de necesitar reforzar la estabilidad del vehículo en áreas fangosas.
  1. Comunicación constante
  • Use radios o dispositivos de comunicación para mantenerse en contacto con su empresa y reportar cualquier eventualidad en la ruta.
  • Notifique de inmediato si se encuentra con una vía bloqueada o inundada para que otros conductores puedan evitarla.

Adoptar estas medidas no solo protege a los conductores y sus vehículos, sino que también contribuye a mantener la seguridad en las carreteras colombianas, donde las lluvias y las inundaciones pueden ser impredecibles. La prevención y la preparación son las mejores herramientas para enfrentar los desafíos climáticos en el transporte de carga terrestre.

 

Casos recientes y lecciones aprendidas

En Colombia se declaró la situación de desastre en todo el país por las fuertes lluvias de los últimos días que han causado inundaciones, desbordamientos y deslizamientos que afectan a 27 de los 32 departamentos y a cerca de 46.000 familias. Esto ha afectado igualmente muchas vías del país y hace que las precauciones a la hora de movilizarse, sea un tema que exige prudencia y bien comportamiento para evitar siniestros viales.

 

El año pasado (2023) Colombia también enfrentó una de las temporadas de lluvias más intensas de la última década, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), se reportaron 1.300 eventos relacionados con inundaciones, que afectaron más de 80 municipios.

Una experiencia destacada para ese momento fue la implementación de convoyes escoltados por la Policía de Carreteras en zonas críticas, lo que permitió mantener la movilidad mientras se garantizaba la seguridad. Este ejemplo demuestra la importancia de la coordinación entre los actores viales en momentos críticos.

 

La seguridad como prioridad

Conducir en condiciones adversas no solo exige habilidades técnicas, sino también una actitud responsable y preventiva. Los conductores de vehículos de carga desempeñan un papel esencial en la economía colombiana, transportando bienes que mantienen activas las cadenas de suministro. Por ello, invertir en capacitación y mantenimiento preventivo es clave para garantizar la seguridad en las vías.

En un país como Colombia, donde las condiciones climáticas y geográficas plantean constantes desafíos, la prevención y la preparación marcan la diferencia entre un viaje seguro y un accidente. ¡La seguridad vial es tarea de todos!

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